lunes, 22 de mayo de 2023

Práctica 9. Taller Juegos de Mesa para la clase de lengua y literatura

Los juegos de mesa son un producto de nuestra cultura que acompaña a las personas en muchos momentos diferentes de su vida. El Risk, un juego de conquista en el que prima la estrategia, protagonizó las tardes del verano durante toda mi infancia y adolescencia, así como el Monopoly, el Continental, el Abalone y tantos otros. Pero si hay algo más inspirador que ver a los más jovenes jugar, eso es contemplar a las ancianas, reunidas en torno a una baraja de cartas y apostando unos euros en la partida de chinchón.

Dado que forman parte de las experiencias todo el mundo en mayor o menor medida, los juegos de mesa tienen un potencial integrador que es muy beneficioso en la enseñanza secundaria. Alrededor del tablero o de la baraja todos los participantes se igualan ante un objetivo compartido. Estas son algunas reflexiones que surgieron a partir del taller que se llevó a cabo el pasado 24 de abril, impartido por María Samper Cerdán en el contexto de la asignatura #INVTICUA23. Además, esta joven investigadora se centró en destacar las conexiones entre los juegos de mesa y el currículo de Lengua castellana y literatura en secundaria y bachillerato. Los juegos de mesa se vinculan con varias de las competencias específicas de la asignatura, por un lado, porque el uso de la lengua desempeña un papel esencial en muchos de ellos y, por otro lado, porque la estructura narrativa de muchos juegos de mesa guarda importantes semejanzas con la estructura de algunas obras literarias.

Tuve el placer de jugar a ¡Sí, señor oscuro!, un juego divertidísimo en el que destaca el papel de la narración improvisada. El juego adopta una ambientación fantástica, que puede relacionarse con lecturas de literatura juvenil de fantasía, y pone a prueba la capacidad del estudiantado de narrar de forma espontánea episodios relacionados con la magia, en el alumnado que puede volcar su intertexto lector. Por último, cabe destacar el importante papel del humor en el juego, ingrediente que activa múltiples procesos cognitivos y afectivos.

Desde mi punto de vista, el juego tiene un potencial enorme para la didáctica de la lengua y la literatura. En mi corta experiencia como docente en secundaria, he tratado con alumnos y alumnas absentistas y fuertemente desmotivados, con los que los juegos han dado resultados muy positivos. Algunos juegos que he empleado para la enseñanza de las categorías gramaticales son Password, Dixit, Pasapalabra o los concursos de mímica. Sin duda, ampliar el repertorio de juegos, con especial énfasis en los juegos de mesa, nos permite multiplicar las posibilidades de trabajar la competencia comunicativa de nuestro alumnado en contextos lúdicos. Por este motivo, la investigación de María Samper Cerdán es tan prometedora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Práctica 6. Actividades para trabajar el 8 de marzo

¡Hola a todas! En esta entrada os presento mis actividades para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un día importantísimo para que...